La salvia, junto con la albahaca y el tomillo, forma la tríada mágico-terapéutica del antiguo Mediterráneo, siendo con mucho la más apreciada por los romanos, a quienes debe su nombre actual, pues consideraban que “salvaba” (guardaba o curaba) tanto de enfermedades, como de encantamientos.
Al ser una planta que crece en un ecosistema expuesto a incendios periódicos (plantas pirófilas), está dotada de una capacidad de regeneración de los tejidos fuera de lo común, siendo capaz de armonizar las velocidades de regeneración de forma que no se produzcan cicatrices, actuando por lo tanto como un excelente preventivo de las mismas.
En la piel el aceite esencial de Salvia resulta astringente, seborregulador en pieles grasas, regenerador tisular, cicatrizante, tónica, calmante y antirreumática.
A parte del uso del aceite esencial puro en masajes, con la salvia se elaboran jabones, champús, lociones para el cabello, desodorantes, cremas de labios, tónicos faciales, geles y perfumes.
Otra de las propiedades que cuenta la salvia romana es que es capaz de tratar temores, alejar las preocupaciones, la melancolía, disminuir los efectos de la depresión y evitar la paranoia. También favorece a la estimulación de la respiración y a la creatividad en los artistas.
Se dice que ayuda a aquellas personas que no tienen apenas confianza en sí mismo y que es con esta planta pueden abrir nuevas perspectivas. El aceite esencial de esta planta está relacionado con el chakra del cuello y el color azul claro.
La salvia, junto con la albahaca y el tomillo, forma la tríada mágico-terapéutica del antiguo Mediterráneo, siendo con mucho la más apreciada por los romanos, a quienes debe su nombre actual, pues consideraban que “salvaba” (guardaba o curaba) tanto de enfermedades, como de encantamientos.
Al ser una planta que crece en un ecosistema expuesto a incendios periódicos (plantas pirófilas), está dotada de una capacidad de regeneración de los tejidos fuera de lo común, siendo capaz de armonizar las velocidades de regeneración de forma que no se produzcan cicatrices, actuando por lo tanto como un excelente preventivo de las mismas.
En la piel el aceite esencial de Salvia resulta astringente, seborregulador en pieles grasas, regenerador tisular, cicatrizante, tónica, calmante y antirreumática.
A parte del uso del aceite esencial puro en masajes, con la salvia se elaboran jabones, champús, lociones para el cabello, desodorantes, cremas de labios, tónicos faciales, geles y perfumes.
Otra de las propiedades que cuenta la salvia romana es que es capaz de tratar temores, alejar las preocupaciones, la melancolía, disminuir los efectos de la depresión y evitar la paranoia. También favorece a la estimulación de la respiración y a la creatividad en los artistas.
Se dice que ayuda a aquellas personas que no tienen apenas confianza en sí mismo y que es con esta planta pueden abrir nuevas perspectivas. El aceite esencial de esta planta está relacionado con el chakra del cuello y el color azul claro.